Lastra abandona a Sánchez tras saber que había perdido la confianza en ella y desata la guerra en el PSOE

Ver vídeo
Joan Guirado

El baile en el Partido Socialista ya ha empezado. Este lunes ha hecho pública su dimisión, mediante un comunicado, la vicesecretaria general, Adriana Lastra. Aunque alega motivos personales -está embarazada- la realidad es otra y bien distinta: Pedro Sánchez ya no confiaba en ella. Y los hechos se han desencadenado como ocurrió, en su momento, con el exsecretario de Organización José Luis Ábalos. También dimitió tras saber que no contaba con él. Las pugnas internas por el poder, entre Lastra y Santos Cerdán, obligaron hace unos días al presidente a sentarles frente a frente en una mesa. Y a advertirles, tal como explicó OKDIARIO, que «habría cambios que pueden afectar a todos».

Y es que, aunque el comunicado que la dirección de comunicación del PSOE remitió este lunes, sin la imagen corporativa del partido, afirmaba que Lastra comunicó días atrás su decisión a Sánchez de dar un paso atrás, lo cierto es que hasta hace apenas unas horas ejercía el cargo y planificaba su agenda a futuro como número dos de la organización. Este lunes estaba previsto que se reuniera la Ejecutiva, como ocurre cada dos semanas, pero Sánchez decidió no convocarla. En esta reunión se preveían los cambios de calado que, de no haber dimitido Adriana Lastra, habrían obligado al presidente a destituirla -en un movimiento que requería de un Comité Federal-. Ahora también lo tendrá que reunir para reemplazarla. Son varios los nombres que podrían ocupar su cargo.

El líder del PSOE, tras el envío del comunicado por parte de su exnúmero dos, le ha dedicado unas breves palabras a través de la red social twitter afirmando que «eres una socialista ejemplar». Pedro Sánchez también le ha manifestado su agradecimiento por la labor realizada al frente de la organización política. «Gracias a tu compromiso y entrega durante todos estos años el cambio en el PSOE y en España fue posible». Sánchez ha sentenciado su dedicatoria a Lastra con un «seguiremos trabajando juntos».

Caída

La caída de Lastra empezó el verano pasado. Pedro Sánchez le dio a elegir entre ser portavoz en el Congreso o número dos del PSOE. Y eligió el partido para tener el control sobre las decisiones orgánicas y poder colocar a sus fieles. Pese a que el presidente ya fulminó a algunos de los suyos como el exgerente Mariano Moreno. En el congreso de octubre salió debilitada y sin prácticamente adeptos -más allá del portavoz federal Felipe Sicilia- en puestos de responsabilidad. En los últimos meses había iniciado una «guerra dura» con el secretario de Organización, Santos Cerdán, por el control interno. El jefe de gabinete de Sánchez, Óscar López, también se las tuvo con ella y presionaba a Sánchez para que la apartase. Y mientras los barones la señalaban como responsable del fracaso en Andalucía.

 

Lo último en España

Últimas noticias